Barcos de la Copa América: informaciones
Una de las preguntas más frecuentes es: ¿cuánto vale un barco de la Copa América? La respuesta varía según el modelo y la edición, pero un velero AC75 de última generación puede superar fácilmente los 100 millones. Este coste incluye materiales ultraligeros como fibra de carbono, sistemas electrónicos de navegación avanzados, y un equipo de desarrollo de primer nivel. Y ahí no acaba la cosa: hay que sumar más de 90.000 horas de diseño y 70.000 horas de construcción, involucrando a equipos de ingenieros, arquitectos navales y expertos en dinámica de fluidos.
El equipo británico INEOS Britannia, patrocinado por el multimillonario Jim Ratcliffe, a su vez dueño del histórico Manchester United de fútbol, elevó la inversión hasta 180 millones euros para la última edición, 50 más que en la penúltima celebrada en Auckland.
Además del precio astronómico, hay más curiosidades:
- No tienen motor: todo es propulsado por el viento y la tripulación.
- Sí pueden tener sistemas electrónicos de navegación y sensores, pero no motores para propulsarse.
- Pueden alcanzar más de 50 nudos de velocidad (casi 100 km/h).
- Cada barco es prácticamente un prototipo único, ajustado al estilo de navegación del equipo.
Cómo funcionan los barcos de la Copa América
La clave está en la combinación de hidrodinámica y aerodinámica. A diferencia de un velero tradicional, estos barcos utilizan foils, unas aletas retráctiles que levantan el barco del agua y minimizan la fricción. Proveen estabilidad dinámica, en vez de depender del peso como una quilla convencional (pieza estructural longitudinal con lastre de plomo). Esto les permite fluir sobre el agua.
Cuando alcanzan cierta velocidad, los foils levantan el barco por encima del agua, reduciendo el rozamiento y permitiendo velocidades mucho mayores. A esto se suma un sistema de control muy sofisticado, operado por una tripulación altamente especializada que gestiona tanto las velas como la estabilidad en tiempo real porque se requiere energía. En la clase AC75 (la actual), esa energía no proviene de un motor clásico, sino de la fuerza humana: los tripulantes (grinders) generan presión hidráulica pedaleando o girando manivelas, que se usa para mover los mecanismos del barco. Esto mantiene la esencia deportiva y competitiva: nada de motor, solo viento, pericia y coordinación.
Elementos clave de cómo funcionan los barcos de la Copa América:
- Foils retráctiles: permiten que el casco se eleve sobre el agua.
- Velas de tela avanzadas, pero con estructuras internas que les dan forma de ala. Es decir, no son rígidas del todo, pero combinan flexibilidad y aerodinámica para comportarse como un ala.
- Sistemas electrónicos: recogen datos del viento, la inclinación y la velocidad para optimizar cada maniobra.
Tradicionalmente, la Copa América ha sido una competición única, donde equipos representando a clubes náuticos se enfrentan en una sola clase de embarcación, definida para cada edición. Por ejemplo, en la 37ª edición celebrada en Barcelona en 2024, la clase utilizada fue el AC75, un monocasco de alta tecnología y velocidad. Sin embargo, se introdujeron por primera vez dos nuevas competiciones:
- Puig Women's America's Cup: la categoría femenina, donde compitió el Sail Team BCN, liderado por la regatista olímpica Silvia Mas.
- UniCredit Youth America's Cup: una categoría destinada a promover jóvenes talentos en el mundo de la vela, también con representación española del mismo equipo.
Ambas competiciones se llevaron a cabo en embarcaciones de la clase AC40, más pequeñas y manejables que los AC75, pero igualmente avanzadas tecnológicamente.
Maquetas de barcos de la Copa América
El Endeavour es uno de los barcos más icónicos de la historia de la Copa América. Diseñado para la edición de 1934, representó al Reino Unido con una ingeniería muy avanzada para su tiempo. La maqueta de OcCre reproduce fielmente todos los detalles del original con maderas nobles y piezas metálicas que ofrecen un acabado espectacular, ideal tanto para principiantes como para modelistas avanzados.
Esta embarcación, que supuso un punto de inflexión en la dilatada y exitosa trayectoria de la competición, fue propiedad de Thomas Sopwith, un famoso aviador e ingeniero británico que aplicó sus conocimientos aeronáuticos al diseño del barco. Esta combinación dio como resultado uno de los veleros más admirados de la historia que desde este momento puedes empezar a recrear con mimo e ilusión.